
Este taller pretende mostrar al joven que la oración es una actitud que nos ayuda a encontrarle sabor a la vida. La oración tiene que ver con aquellos deseos que nos hacen buscar algo más en la vida, con aquella insatisfacción que nos hace salir de la casa en busca de algo mayor. La oración es una disposición interna para descubrir la presencia del Espíritu en nuestra vida y dejarnos conducir por Él, sabiendo que Dios nos guía hacia la vida plena desde la historia.
El taller consiste en sacar la oración de los espacios tradicionales: la casa, el templo o el salón parroquial, para llevarla a los ambientes adecuados que permitan darle fuerza a la oración. Se trata de salir a orar en la calle para encontrarnos con el “Dios que trabaja y labora por mí en todas las cosas creadas”, como pretende Ignacio de Loyola que lo reconozcamos en su Ejercicios Espirituales.
Entrar al centro comercial, al mercado, la colonia popular, al asilo de ancianos o al grupo de AA, con una disposición interna, atento a los movimientos que me provocan las escenas, es la clave para orar en la calle y dejar que Dios me encuentre en el lugar menos esperado.
Para realizar este taller tomamos el método de oración que propone San Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales. Una oración que hace uso de todos los sentidos y un método que contiene tres pasos básicos: preparación, desarrollo y evaluación.
Te invito a tener la disposición para adentrarte al corazón y captar lo que la calle provoca en tu interior. Recuerda que Dios nos indica el rumbo a seguir por medio de la creación; escucharlo te conducirá a la vida plena.
Jorge Atilano González Candia SJ
El taller consiste en sacar la oración de los espacios tradicionales: la casa, el templo o el salón parroquial, para llevarla a los ambientes adecuados que permitan darle fuerza a la oración. Se trata de salir a orar en la calle para encontrarnos con el “Dios que trabaja y labora por mí en todas las cosas creadas”, como pretende Ignacio de Loyola que lo reconozcamos en su Ejercicios Espirituales.
Entrar al centro comercial, al mercado, la colonia popular, al asilo de ancianos o al grupo de AA, con una disposición interna, atento a los movimientos que me provocan las escenas, es la clave para orar en la calle y dejar que Dios me encuentre en el lugar menos esperado.
Para realizar este taller tomamos el método de oración que propone San Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales. Una oración que hace uso de todos los sentidos y un método que contiene tres pasos básicos: preparación, desarrollo y evaluación.
Te invito a tener la disposición para adentrarte al corazón y captar lo que la calle provoca en tu interior. Recuerda que Dios nos indica el rumbo a seguir por medio de la creación; escucharlo te conducirá a la vida plena.
Jorge Atilano González Candia SJ
No hay comentarios:
Publicar un comentario